Un estudio realizado por investigadores del Reino Unido ha demostrado que una terapia en la que se integren prácticas basadas en la atención plena es eficaz para tratar la depresión. No obstante, los expertos advierten de que los resultados positivos de esta investigación no deben extrapolarse a cualquier programa de Mindfulness, ya que solo son efectivos aquellos que han sido avalados por la ciencia.

Cuando una persona es diagnosticada con depresión, el camino hacia la recuperación suele involucrar dos tipos de tratamiento principales: los medicamentos antidepresivos y la terapia psicológica, también conocida como psicoterapia. Estos dos enfoques se consideran complementarios y, a menudo, se utilizan conjuntamente para abordar la complejidad de la enfermedad.

Sin embargo, los profesionales de la salud mental saben que ningún tratamiento es una solución universal. Los expertos alertan de que, desafortunadamente, aproximadamente la mitad de los pacientes con depresión no experimentan una mejora significativa o completa con la primera línea de tratamiento que reciben. Esto hace que sea crucial buscar e implementar otras intervenciones terapéuticas para intentar controlar la enfermedad y, sobre todo, evitar que se convierta en un problema crónico que acompañe a la persona a largo plazo.

Una Nueva Vía para la Depresión Resistente

En la búsqueda de estas opciones de tratamiento secundarias, un estudio reciente realizado por investigadores en el Reino Unido del que se ha hecho eco el diario El País, ha puesto de relieve el potencial de una terapia específica: la terapia cognitiva basada en mindfulness (MBCT, por sus siglas en inglés). El mindfulness, o atención plena, es una técnica de meditación que invita a observar la realidad del momento presente con una atención consciente, completa y sin emitir juicios.

Este enfoque terapéutico, la MBCT, combina hábilmente principios de la terapia cognitivo-conductual (un tipo de psicoterapia muy común que ayuda a identificar y modificar patrones de pensamiento y comportamiento negativos) con técnicas de meditación mindfulness. La finalidad de esta fusión es proporcionar a los pacientes herramientas para desarrollar habilidades que les permitan responder de manera más saludable y adaptativa cuando experimentan estados de ánimo negativos o estrés.

Evidencia Robusta, Pero Exige Precisión

Científicos ajenos a la investigación consultados al respecto confirman que este tipo particular de terapia cognitiva, que integra prácticas de atención plena, ya contaba previamente con una base de evidencia científica considerable. El nuevo estudio, cuyos hallazgos han sido publicados en la prestigiosa revista The Lancet Psychiatry, añade más datos que refuerzan la utilidad de la MBCT en el tratamiento de la depresión.

No obstante, tanto los autores del estudio como los expertos consultados emiten una advertencia crucial que no debe pasarse por alto: los resultados positivos encontrados en esta investigación no pueden extrapolarse a cualquier práctica o estrategia que se autodenomine «mindfulness».

En este sentido subrayan que el modelo de psicoterapia validado en este estudio es uno muy concreto, con un protocolo técnico estricto, y que su aplicación debe estar siempre en manos de profesionales sanitarios debidamente especializados. Advierten claramente: no todo el mindfulness es adecuado o beneficioso para tratar la depresión.

Definición y Funcionamiento de la MBCT

Los autores de la investigación detallan que, según datos del Reino Unido, aproximadamente el 50% de los pacientes depresivos no logran que sus síntomas desaparezcan (remisión) con la terapia psicológica de primera línea, siendo la terapia cognitivo-conductual la más frecuente. Ante esta realidad, la terapia cognitiva basada en atención plena (MBCT) ha sido considerada una candidata prometedora para estos casos.

Definen la MBCT como «una intervención grupal de ocho semanas que utiliza la práctica de la atención plena como un medio para ayudar a los pacientes a mejorar su capacidad para reconocer y desvincularse de los patrones habituales de pensamiento desadaptativo». Carlos Losada, vocal de la Sociedad Española de Psicología Clínica, añade que la MBCT es un modelo psicoterapéutico que integra la terapia cognitiva con prácticas de mindfulness.

Este especialista explica que el concepto de mindfulness utilizado aquí proviene de una adaptación sistemática de técnicas meditativas budistas, pero despojadas de su contexto religioso y reformuladas bajo criterios científicos occidentales.

El Mecanismo Clave: Cambiar la Relación con la Mente

Losada profundiza en el mecanismo central de esta terapia: busca modificar la relación que la persona tiene con sus propios procesos mentales (sus pensamientos, emociones, sensaciones). La MBCT enseña a «observar pensamientos, emociones y percepciones corporales sin reaccionar automáticamente a ellos», cultivando una actitud de «aceptación no evaluativa». Esto significa aprender a notar lo que surge en la conciencia sin juzgarlo como bueno o malo, simplemente observándolo y aceptando su presencia.

El psicólogo aclara también que la MBCT no es el único enfoque que incorpora el mindfulness de forma efectiva. Otras terapias, como la Terapia de Aceptación y Compromiso (ACT) o la Terapia Dialéctico-Conductual (DBT), también integran componentes de atención plena con resultados comparables, siempre y cuando sean aplicadas por «profesionales con la cualificación adecuada».

Probando la MBCT en Casos sin Respuesta

La MBCT ya contaba con evidencia de su potencial y, de hecho, se había recomendado previamente para prevenir recaídas en personas que habían sufrido depresión en el pasado. Sin embargo, los investigadores británicos querían ir más allá y validar su uso como una segunda opción de tratamiento para aquellos pacientes en los que la primera terapia psicológica no había logrado la remisión.

Thorsten Barnhofer, investigador principal del estudio, explica la lógica: «Como entrenamiento mental sistemático, la meditación de atención plena puede ser especialmente adecuada para abordar patrones de pensamiento negativos que se han arraigado profundamente y se han vuelto habituales». Por ello, les pareció una candidata ideal para probarla con pacientes que no habían respondido a las terapias de conversación más convencionales.

Diseño del Estudio y Resultados Prometedores

Para investigar esta hipótesis, los científicos reclutaron a 234 pacientes que sufrían depresión y cuyos síntomas persistían a pesar de haber recibido terapia conversacional intensiva durante 12 semanas o más (lo que los identifica como casos con respuesta insuficiente al tratamiento inicial). Dividieron a estos pacientes en dos grupos de forma aleatoria.

Un grupo continuó con la terapia o atención habitual que se les proporcionaba, mientras que al otro grupo se le añadió la terapia cognitiva basada en mindfulness, que se impartió de forma grupal a través de videoconferencia. Barnhofer describe la intervención: consistió en una entrevista individual previa, seguida de ocho sesiones grupales semanales. Además, los participantes recibían grabaciones de audio con meditaciones guiadas y se les animaba a practicar de forma individual aproximadamente una hora al día durante el tiempo que duraba el programa.

Impacto en Síntomas y Bienestar General

La investigación logró validar la eficacia de la MBCT en este perfil de pacientes difíciles de tratar. Se observó una mejoría significativa en los síntomas de la depresión en el grupo que recibió la MBCT. Esto es particularmente relevante porque muchos de estos pacientes tenían un historial complejo, con depresión de inicio temprano, múltiples recaídas y niveles altos de ansiedad.

El estudio también identificó una reducción en los síntomas de ansiedad generalizada y un aumento en el bienestar mental global reportado por los propios participantes. Barnhofer destaca que las mejoras, que fueron de tamaño «pequeñas a moderadas» durante las ocho semanas, se mantuvieron consolidadas durante los seis meses posteriores a la finalización del tratamiento. Los autores también señalaron que esta terapia resultó ser económicamente viable para el sistema de salud.

¿Por Qué Parece Funcionar la MBCT?

Aunque los mecanismos exactos aún se investigan, Barnhofer explica que la evidencia sugiere que la MBCT podría funcionar a varios niveles. A nivel cerebral, parece mejorar el funcionamiento de los circuitos de control frontolímbico, que son clave en la regulación emocional.

También se ha visto que reduce la actividad de la «red neuronal por defecto», un conjunto de áreas cerebrales asociadas con la rumiación y los pensamientos automáticos que surgen cuando la mente no está ocupada en una tarea específica.

Además, según el investigador, la terapia parece provocar «un cambio en el procesamiento que incluye una mayor participación de las áreas somatosensoriales y la ínsula», regiones relacionadas con la conciencia del propio cuerpo y la regulación de la atención. En términos psicológicos, el mecanismo principal se resume en que la MBCT «ayuda a los pacientes a reconocer y desconectarse mejor de patrones de pensamiento negativos».

Compatibilidad con Fármacos y Opiniones de Expertos

Es importante señalar que la MBCT es compatible con el tratamiento farmacológico. De hecho, el 70% de los participantes en el estudio ya estaban tomando antidepresivos y pudieron continuar con ellos sin problema. Barnhofer plantea la hipótesis de que, dado que algunos antidepresivos pueden aumentar la neuroplasticidad (la capacidad del cerebro para cambiar), es posible que el entrenamiento en meditación sea incluso más efectivo en presencia de estos fármacos.

Expertos españoles del ámbito de la depresión han valorado positivamente el estudio. El psiquiatra Víctor Pérez lo considera «un estudio serio» que «genera más evidencia» para una terapia que ya estaba «bien consolidada», destacando su valor por ser «pragmático» y basarse en muestras de pacientes reales.

Antoni Ramos Quiroga, jefe de Psiquiatría del Hospital Vall d’Hebron, coincide en que es un trabajo «muy bien hecho y realista», con resultados «muy ilusionantes» que considera extrapolables al sistema de salud español.

Cuestionando el Concepto de «Resistencia»

A pesar de las valoraciones positivas, Carlos Losada introduce algunas cautelas importantes. Si bien reconoce el estudio como «riguroso», señala que los efectos reportados son de tamaño «pequeño a moderado» y apunta un posible «conflicto de interés» de los autores por sus vínculos con la MBCT.

Además, Losada reflexiona críticamente sobre el concepto de «paciente resistente al tratamiento», el perfil central de esta investigación. Considera que esta etiqueta es «problemática porque, con frecuencia, oculta deficiencias del sistema más que del propio paciente».

Antes de hablar de resistencia, deberíamos plantearnos si el tratamiento inicial fue realmente el adecuado para esa persona, si fue aplicado correctamente por un profesional cualificado y si se tuvieron en cuenta factores externos importantes (desempleo, pobreza, traumas no resueltos). Concluye que, a menudo, lo que llamamos resistencia es en realidad una «limitación de un sistema que no logra adaptarse a las realidades complejas de quienes necesitan ayuda».

La Importancia Crucial del Rigor Profesional

Tanto Barnhofer como Losada reiteran la advertencia fundamental sobre el uso del mindfulness en salud mental. Barnhofer insiste en que los resultados positivos del estudio se refieren específicamente al enfoque de la MBCT aplicado según su protocolo. No implican que cualquier estrategia de atención plena sea útil. Adverte incluso del riesgo de que el uso de estas técnicas fuera del contexto estructurado de la MBCT pueda ser «perjudicial».

Losada compara el mindfulness con el ejercicio físico (que puede ser rehabilitador o recreativo), señalando que su uso clínico «exige rigor». Alerta sobre los riesgos si profesionales sin formación especializada aplican estas técnicas, como no adaptarlas a cada individuo o «patologizar respuestas normales». Destaca que, ante problemas de salud mental, la evaluación inicial siempre debe ser realizada por «especialistas acreditados en el Sistema Nacional de Salud (SNS)».

Estos son quienes pueden dirigir el tratamiento, delegando aspectos complementarios si es necesario. Las «soluciones aparentemente sencillas» raramente funcionan en casos complejos, y si parecen hacerlo, a menudo es porque el paciente no necesitaba una intervención intensiva. Por ello, insiste en la necesidad de «exigir siempre profesionales con cualificación acreditada en el SNS».