Un estudio de la Universidad del Sur de Florida (EEUU) concluye que la práctica de la atención plena puede mejorar el sueño, reducir el estrés y mejorar la salud en general. Los investigadores estudiaron a 144 enfermeras durante dos semanas para ver su capacidad de concentrarse en el presente y la frecuencia con la que se obsesionaban con pensamientos negativos. Las enfermeras completaron encuestas tres veces al día e informaron sobre su calidad de sueño a la mañana siguiente.

Los hallazgos arrojan luz sobre la relación entre la atención plena y la regulación de las emociones, y la forma en que las personas manejan situaciones estresantes, como un revés en el trabajo. También brindan una imagen más clara de cómo los empleados y las empresas pueden reducir el estrés relacionado con el trabajo, explicó Claire Smith, autora principal del estudio y profesora adjunta de psicología en la Facultad de Artes y Ciencias de la USF.

La atención plena suele considerarse una de las mejores herramientas para reducir el estrés de los empleados, añadió Smith. «La forma en que se habla de ella hace que parezca que mantener los pies en la tierra y aceptar el momento presente significa que nunca se va a estar estresado. Para mí, es fundamental añadir más matices», agregó.

Una conexión beneficiosa

Ahí es donde entra en juego el estudio, proporcionando información sobre cómo la conexión entre la atención plena y la regulación de las emociones afecta la calidad del sueño. «Sabemos que un buen sueño nos restaura física y psicológicamente, y nos hace más felices, más seguros e incluso más éticos en el trabajo», afirmó la investigadora. «Queríamos explorar qué aspectos del sueño se ven influenciados por la atención plena y por qué», precisó.

El equipo de Smith incluyó a tres colegas de la USF y dos investigadores de Penn State. Los investigadores se centraron en las enfermeras debido a sus horarios de trabajo largos e irregulares y su entorno laboral de alto estrés, que a menudo conduce a problemas de sueño que pueden afectar no solo su salud, sino también la seguridad del paciente.

El estudio descubrió que la atención plena ayudó a las enfermeras a experimentar menos emociones negativas y menos rumiación (pensamientos negativos repetitivos). «Por ejemplo, si recibes una evaluación negativa de tu trabajo, podrías optar por cambiar los pensamientos negativos sobre cómo has fracasado y eres incompetente a pensamientos positivos sobre lo que hiciste bien y cómo puedes crecer», dijo Smith.

Mejores decisiones en la empresa

Smith y el resto de coautores del estudio consideran que los hallazgos podrían ayudar a las organizaciones y empresas a tomar mejores decisiones sobre la implementación de estrategias para mejorar la salud de sus trabajadores. Las intervenciones incluyen programas de reducción del estrés basados en la atención plena, junto con yoga, meditación, thai chi y terapia psicológica, ya que se ha demostrado que estos programas ayudan a los empleados a controlar el estrés y mejorar su bienestar general.

«La atención plena es un tema candente, pero necesitamos entender por qué funciona», dijo Smith. «Nuestra investigación trata de volver a la mesa de diseño para entender las razones detrás de los beneficios del mindfulness en el trabajo», añadió la investigadora, que considera que es necesario realizar más estudios para entender la forma en la que la atención plena afecta a aspectos como el manejo de las emociones.