Desde muy pequeños aprendemos la importancia de prestar atención al entorno que nos rodea. Sin embargo, no siempre se nos ha explicado que también es fundamental prestar atención a nuestro mundo interior. Esa dicotomía está cambiando, como ha demostrado el encuentro anual de la Sociedad de Neurociencia Cognitiva (CNS), celebrado recientemente en Toronto, donde se ha destacado la influencia que tiene esta mirada interna, a través del entrenamiento en Mindfulness, en el control de la depresión y el estrés, así como en la lucha contra la desmemoria y el envejecimiento.

El Mindfulness es una práctica que se enfoca en dirigir la atención hacia nuestras experiencias internas y externas de manera consciente y sin juzgar. Según la neurocientífica Erika Nyhus, del Bowdoin College (Brunswick, EEUU), la capacitación en atención plena «es un mecanismo mediante el cual podemos entrenar nuestro cerebro». Para Nyhus, «comprender los mecanismos neuronales detrás de este entrenamiento en Mindfulness muestra vías potenciales hacia una cognición mejorada», aunque, en declaraciones a Medical Xpress, también ha advertido: «Pero no hay atajos y se necesita práctica».

Predecir la salud mental

Los neurocientíficos cognitivos están entusiasmados con los beneficios potenciales del entrenamiento en atención plena, no solo para las personas en general, sino también para los investigadores que exploran las raíces de la cognición en el cerebro. Investigaciones recientes sugieren que las diferencias individuales en el procesamiento sensorial y cognitivo en nuestros cerebros pueden predecir la salud mental y ser susceptibles a entrenamiento.

La interocepción, o la capacidad de percibir las señales internas del cuerpo, es un componente crucial del entrenamiento en Mindfulness, que puede ayudar a manejar trastornos del estado de ánimo como la depresión. Norman Farb, de la Universidad de Toronto Mississauga, explica que la interocepción «importa en la depresión, porque nuestras emociones se componen tanto de sensaciones corporales viscerales como de las valoraciones cognitivas de esas sensaciones».

Farb y un equipo de científicos canadienses están estudiando cómo el cerebro procesa estas señales interoceptivas. En el transcurso de estas investigaciones, han descubierto que el entrenamiento que se enfoca en prestar atención internamente es capaz de apartar recursos de «hábitos de valoración profundamente arraigados», permitiendo la integración de sensaciones y sentimientos novedosos, lo que puede ayudar a una persona a liberarse de cómo se relaciona consigo misma y con el mundo.

Detener la rumiación

En estudios recientes publicados en NeuroImage Clinical y ENeuro, Farb y su equipo han descubierto que la atención a la respiración, una práctica central en el Mindfulness, tiende a desactivar la corteza cerebral, incluyendo regiones donde ocurren la valoración y el control cognitivo. Esto sugiere que los ejercicios de atención plena pueden ayudar a las personas a detener la rumiación y el juicio, proporcionándoles alivio.

Este creciente cuerpo de investigación respalda los beneficios del Mindfulness en la gestión de la salud mental y la mejora del bienestar emocional. Al comprender cómo el entrenamiento en Mindfulness afecta los procesos neuronales, podemos abrir nuevas puertas para optimizar nuestra cognición y nuestra relación con nosotros mismos y con el mundo que nos rodea.