Davide Rampino (instructor de Mindfulness)

Davide Rampino

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Un lunes por la tarde en el despacho…. faltan 5 minutos para las 6 de la tarde y estás terminando un informe antes de empezar a cerrar todos los programas y salir de la oficina. Ha sido un lunes intenso, ¡Cómo no! Has podido gestionar lo que tenías planificado a pesar de que el clásico paquete de imprevistos se ha mantenido activo a lo largo del día.

Has quedado en llevar a tu hijo al entrenamiento de baloncesto, empieza otra temporada y quizá te quedes a mirar mientras entrena y cultiva su pasión. Terminas el informe y lo envías por correo. ¡Por fin has acabado! Mientras vas cerrando y recogiendo papeles, una ventana se despliega en la pantalla de tu ordenador.

Tienes un nuevo correo electrónico, es de un/a compañer@ de trabajo.

Una lectura en diagonal de 6 segundos es suficiente para que la información recibida pase directamente a procesarse por tu cerebro reptiliano, dando lugar a un fenómeno conocido como ‘el secuestro de la amígdala’. No sabes qué es peor, si el tono del correo o su contenido, posiblemente en tu cabeza se vayan retroalimentando entre ellos.

Tomas posesión del teclado del ordenador como un arma de combate, para plantear una respuesta inmediata.

Respuesta 1 – «Se va a enterar»

Redactas una respuesta en 1 minuto. Tienes muy claro lo que le vas a decir, básicamente lo contrario de lo que él o ella te está reclamando, y señalarás que su tono no ha sido el adecuado.

Pros: Tu instinto primordial de defensa y de justicia se ha visto satisfecho. La intensidad con la que le das a la tecla ‘envío’ identifica la liberación que ha generado tu respuesta. Tu posición está a salvo.

Contras: Sabes que tu respuesta de ataque va a generar un contraataque, y el breve disfrute del momento deja paso a la ansiedad por la previsible réplica. Tu tono no ha sido tampoco muy adecuado, y te das cuenta de que ese email puede poner en riesgo la estima y la relación con tu compañero/a.

Respuesta 2 – «Pero, ¡vamos a ver!»

Te concedes un par de minutos para volver a leer el correo, no quieres responder en caliente y prefieres no equivocarte en el contenido. Después de haberlo leído 3 veces, dictas la sentencia. Este correo no tiene desperdicio. Te reafirmas en tus primeras impresiones. Ese mensaje merece una buena respuesta… Refutas todo el contenido de su correo, utilizando y desarrollando varios argumentos que refuerzan tus razones y tu postura. Su posición queda muy empequeñecida…

Pros: Como en la respuesta 1

Contras: Como en la respuesta 1, pero con efecto multiplicador…

Respuesta 3 – «Quizás es mejor que no envíe este correo…»

Escribes una respuesta como en el caso 1  y 2, pero tienes la lucidez de volver a leer con espíritu crítico lo que acabas de escribir. Te das cuenta de que no aporta nada, e identificas los riesgos subyacentes. Decides no enviar el correo y lo vuelves a redactar de una manera más ‘diplomática’, solicitando aclaraciones de una manera pausada, proponiendo un encuentro para mañana con el fin de comentar el tema.

Pros: Estás content@ por no haber caído en tu trampa mental, has liberado la amígdala de su secuestro y has preferido buscar un encuentro para aclarar las cosas cara a cara sin ensuciar el tono de respuesta, evitando estropear la relación con un correo.

Contras: Puede que, a pesar de todo, el tono y el contenido del correo que has recibido sigan dando vuelta en tu cabeza. Posiblemente, te pases todo el entrenamiento de baloncesto de tu hijo con la sensación de estar algo molesto y con un asunto irresuelto.

Respuesta 4 – «Tí@, no me mandes correos»

El entrenamiento y las sesiones que te proporcionaron en tu empresa para mejorar la atención, gestionar las emociones, los pensamientos y el estrés han dado fruto. De repente encuentras un espacio de lucidez que te permite entender que tu malestar  viene de la interpretación que estás dando a un correo, interpretando el tono de un texto escrito y etiquetando un contenido que está detrás de una pantalla. Solución, no vas a contestar por correo electrónico, vas a llamar a tu compañero o compañera por teléfono.

Resultado: Después de hablar con él o con ella, te das cuenta de que habías malinterpretado, al menos en parte, el sentido de su correo; el tono de la conversación ha sido en todo momento constructivo (ese tono que había detectado en el correo no ha aparecido en ningún momento durante la conversación); habéis podido acordar una manera de proceder y la acción a realizar; os habéis despedido con la estima habitual. Has tenido ocasión de reflexionar sobre lo delicado que es dejarse arrastrar por una interpretación de los hechos o una simple percepción.

Pros: Has conservado la estima y la relación con tu compañero/a, sientes que has gestionado la situación de manera más constructiva e incluso que has creado un precedente para gestionar situaciones similares en el futuro. Has optado por una respuesta consciente en lugar de dejarte llevar por una reacción impulsiva.

Contra: Tienes un par de minutos menos para ir a buscar a tu hijo.

Conclusiones

  • La capacidad de darnos cuenta de las situaciones que nos generan estados emocionales alterados es un elemento muy significativo para la gestión del día a día.
  • Ser conscientes de desde dónde estamos actuando cuando respondemos a alguna situación desafiante es importante: una reacción impulsiva no nos permite en general  ponderar los efectos de lo que decimos o escribimos, pero una respuesta meditada nos ofrece la oportunidad de leer la situación, valorar las consecuencias y escoger la mejor opción en ese momento.
  • Estas capacidades se pueden entrenar a través de técnicas muy efectivas como el Mindfulness, acompañadas por otro tipo actividades que faciliten la relajación y la calma mental (consciencia corporal o actividades de desconexión, especialmente en la naturaleza); este es el lugar ideal desde el que tomar las decisiones.
  • Un correo electrónico (como también cualquier otro tipo de mensajería instantánea) representa habitualmente un medio de comunicación que puede llevar a malentendidos y poner ciertas barreras para una comunicación interpersonal eficaz.
  • Una solución y recomendación recurrente es: todo tipo de mensaje con un contenido negativo o que puede llevar a una respuesta emotiva muy importante, NO LO ESCRIBAS, hazlo por teléfono o en persona.
  • Intenta que el correo electrónico se limite a aquellos mensajes de tipo puramente operativo y neutro, o incluso mensajes positivos (aunque a lo mejor justamente son aquellos que nos apetece hacer cara a cara). Lo negativo hazlo directamente en persona.
  • La manera en que actuamos y los medios que utilizamos para actuar tienen efectos sobre el estado de ánimo de las personas. La capacidad de separar la observación de unos hechos de lo que es una mera interpretación de estos, es un elemento básico para desarrollar inteligencia emocional, trabajar con empatía y crear relaciones basadas en la transparencia valores sólidos.