El monje budista Matthieu Ricard considera que las habilidades para ser feliz se pueden cultivar, porque la felicidad es “una forma de vivir, resultado de algunas cualidades humanas esenciales como la libertad, la fortaleza, la resiliencia, la compasión, el altruismo, la sabiduría… Y que todas estas habilidades se pueden cultivar y potenciar.”

En una entrevista publicada en El Confidencial, Ricard afirma que la rumiación y una mente distraída suelen ser grandes obstáculos para del bienestar de las personas. “Si te pasas el día rumiando tus asuntos, tu vida es miserable porque instrumentalizas todo”, advierte el monje budista, que también destaca que estamos conectados con los demás.

Conexión con los demás

“Si vives promoviendo tus propios intereses o temiendo que alguien, o algo, afecte a tus intereses, el mundo entero se convierte en un objeto de consumo o en un potencial adversario. Es una situación difícil de soportar, que además no funciona porque nunca estamos separados de lo que nos rodea, no podemos construir nuestra felicidad por encima de lo que nos rodea. Estamos conectados con los demás, somos interdependientes, de manera que al comportarnos así hacemos nuestra vida miserable y hacemos la vida de los demás miserable”, manifiesta.

Ricard también hace hincapié en la importancia de transformar nuestro estado mental para alcanzar esa serenidad de ánimo que todos buscamos: “Queremos transformar todo lo que hay fuera de nuestra mente, pero siempre encontramos limitaciones, porque el universo no es un catálogo de nuestras necesidades y nuestros deseos. Proyectar hacia el exterior todo lo que necesitamos es una simple ilusión porque nunca será posible controlar lo que pasa fuera de nuestra cabeza, por muy rico y poderoso que seas (…) Si no tienes recursos interiores para encajar lo que te pueda ocurrir, siempre vas a ser vulnerable, te conviertes en alguien centrado en ti mismo y no te abres a los demás. El enfoque individualista es un círculo vicioso”, concluye.