Mi nombre es Dominik Ley, soy alemán y vivo en Barcelona. Desde principios del año 2019 me dedico 100% a Mindfulness, desarrollando ideas, talleres y seminarios con el objetivo de hacer llegar Mindfulness y Liderazgo Consciente a personas y empresas.

Pero es evidente que yo no he nacido haciendo Mindfulness… ¿Cómo he llegado entonces hasta aquí? Estuve trabajando durante 11 años en el sector de la consultoría informática, primero en Chile y durante los últimos años en España. Desde hace pocos meses he dejado de trabajar como empleado y ahora me dedico a mi propio proyecto de Mindfulness.

A ver… ¿Consultoría informática… Mindfulness? A primera vista no tiene mucho que ver una cosa con la otra, ¿no? Pero bueno, os voy contando un poco: En un momento determinado de mi vida, he sentido esa necesidad de cambio, esa insatisfacción, ese punto en el que me dije: “Esto no puede serlo todo…” Y justo cuando estaba pasando por la ruptura de una relación, encontré el Mindfulness. Asistí a un curso MBSR y empezó a cambiar mi perspectiva acerca de las cosas. Y con eso cambió todo.

Estas dos palabras me rondaban por la cabeza cuando empezaba con Mindfulness: Perspectiva y cambio.

Primero la perspectiva: Tenía una percepción de cómo eran las cosas y esta percepción daba forma a mis creencias. Con el entrenamiento de Mindfulness poco a poco se fue diluyendo este marco que creía tan real. Empecé a ver las limitaciones que me auto-imponía. Este entendimiento es el primer paso para poder transformar la experiencia, de ir más allá de mis propias limitaciones. Me di cuenta de que no hace falta quitarse las limitaciones, solo hay que darse cuenta que son auto-impuestas.

Es como cambiar la perspectiva para ver la realidad de una manera nueva y conectar con la fuente interior de sabiduría. Entonces ya no es tanto ver, es algo más intuitivo, algo más cerca al corazón. Me recuerda al ‘Principito’ de Antoine de Sainte-Exupéry: “Sólo con el corazón se puede ver bien; lo esencial es invisible para los ojos”.

Y la segunda palabra: Cambio

Luego, una de mis comprensiones clave era: Uno no puede cambiar por cambiar. El cambio no se origina en algo que se lee ni en un consejo de alguien; es decir, no se origina desde una comprensión intelectual. Sino que se origina desde una comprensión más profunda, aquella de la que hablaba al citar al ‘Principito’. No hace ni falta aspirar al cambio porque la mera comprensión ya constituye la semilla para un cambio, para una transformación, que finalmente vendrá de manera automática.

Volviendo al principio: Estuve 11 años en la consultoría informática, de los cuales los últimos dos años tuve una asignación parcial para colaborar con el departamento de formaciones. Estuve impartiendo cursos en las sedes de la empresa en Barcelona, Zaragoza y Madrid, y también en otras oficinas fuera de España, en Londres y Bruselas.

Ahora me estoy dedicando full-time a formaciones de Mindfulness y Liderazgo consciente.

Mi enfoque de Mindfulness

Lo que quiero hacer es un doble enfoque, pero unido por un propósito común: El estar al servicio de las personas, poniéndome a disposición para que, a través de mis vivencias con Mindfulness, otros puedan vivirlo también.

¿Cuál es el doble enfoque? Por un lado están las personas:

  •  Quiero acompañar a las personas en su camino de auto-conocimiento o auto-indagación. Puede ser un acompañamiento individual, sea presencial u online. O un acompañamiento grupal, como por ejemplo en los cursos de MBSR de reducción de estrés basado en Mindfulness.

Y por el otro lado está la parte dirigida a las organizaciones:

  •   Mi intención es estar al servicio de las personas en las empresas para transmitir la semilla de Mindfulness y del liderazgo consciente. Creo profundamente que si las personas en las organizaciones se abren a incorporar más conciencia y compasión en sus vidas, esto puede transformar los lugares de trabajo en espacios donde es posible sentirse a gusto y feliz, donde se facilita el desarrollo de talento y de la creatividad.

Lo que pongo a disposición de los demás

Estos años que llevo practicando Mindfulness han sido un viaje hacia mi interior, que me dotó de una mayor comprensión acerca de mi autenticidad, de lo que me mueve en mi esencia más profunda y, por lo tanto, de cómo quiero emprender mi camino en la vida.

Me entusiasma la idea de transmitir esta experiencia a otras personas y empresas para así formar parte activa de su transformación.

Es cierto que emprender este camino requiere de una buena porción de valentía, honestidad y finalmente de la humildad de decir “No sé”. También es cierto que Mindfulness no es la solución para todo y que yo tampoco lo sé todo sobre el camino que conduce a la máxima consciencia y compasión. Pero sí he recorrido este camino en mi vida personal y tengo una idea de lo que a uno le espera, de lo que implica y de lo que significa. Sé también de los beneficios y del potencial inmenso que alberga.

Quiero poner a disposición esta experiencia mía para aquellos que quieren avanzar en este mismo camino, sean personas particulares o responsables en empresas. Quizás yo pueda acompañarlos a realizar un shift, un salto, un cambio de perspectiva. Porque si le damos protagonismo a solo una perspectiva -la racional y analítica-, nos quedaremos estancados. Sin emoción, no hay inversión, sin inversión no hay movimiento. Tenemos que considerar otros aspectos de nosotros que van más allá de la parte analítica. Y esto será el corazón que nos conducirá al cambio.